Su meditación es el descenso a la Bóveda Sagrada, siguiendo el ejemplo de Adonhiram, Johaben y Stolkin.
El Colegio o Logia Real simula un lugar subterráneo, abovedado, sin puertas y ventanas, teniendo por toda comunicación un escotillón, formado por la abertura que deja la piedra de clave de la bóveda que figura levantada. La bóveda está sostenida por nueve arcadas, sobre cada una de las cuales se halla esculpido el nombre de uno de los nueve Grandes Arquitectos: Jod, Jhao, Jha, Ehehiah, Ellah, Jaheb, Adonai, Eihhanan, Jobel. La tapicería es blanca; nueve luces,
ocho formando un octógono y la otra delante del altar, alumbran el recinto.