La instrucción de este grado hermético, empieza por referirse a varios incidentes relacionados con la tala de cedros del monte Líbano, destinados a la construcción del templo de Salomón. Sin embargo, si se considera como una continuación del grado anterior, se verá la tendencia de los Noaquitas, encaminada a aumentar el caudal de sus conocimientos y al acrecentamiento de su poder. En el elogio de las ciencias ocultas que se hace, en la instrucción, se dice que la gran obra es la apoteosis del trabajo cuyas conquistas no tienen límites.
Durante el curso de la iniciación se presenta al candidato un hacha de oro: es el hacha de la Gnosis, que derribando los enormes troncos de la intolerancia, de la hipocresía, de la superstición, del egoísmo y de la ociosidad, permite, el paso a los rayos de la Verdad, que inundan con sus brillantes resplandores la inteligencia del hombre.